Las resistencias y las luchas en Latinoamérica, han hecho planteamientos muy novedosos sobre el gobierno comunitario y la defensa de la dignidad, y encarnan un humanismo que busca realizarse en la práctica. Con todo y los riesgos que existen para hacer valer sus formas y modos de vida, los pueblos originarios en rebeldía han sentando las bases de un proyecto de magnitud histórica que irradia al resto del continente. "Se vienen presentando alternativas, alcanzando una de las grandes profundidades que es el derecho a la diferencia y a la defensa de identidades comunitarias ancestrales",(González Casanova). En los hechos, América Latina está ejerciendo su derecho a la autonomía y a la autodeterminación a partir de la construcción de identidades culturales, políticas y jurídicas que adquieran rostro frente a las propuestas que ha venido planteando el imperialismo. Ya que durante los años veinte, Estados Unidos forjó el perfil de todo un estilo de vida y lucha. Fueron los años del Ku Kluxx Klan, con millones de simpatizantes; del racismo; de la "prohibición"; en donde se combinó la corrupción y el chantaje de los líderes sindicales y populares con las primeras campañas de la gran prensa, basadas en hechos reales y ficticios, en denuncias ciertas o totalmente falsas, destinadas a someter o acabar con líderes populares. La cultura de la trampa se convirtió en una política de masas.(Gonzáles Casanova).En los países de América Latina un modo de participación y acción políticas comunitarias, dignas y humanistas adquieren nuevas fisonomías en la cual "los pueblos indígenas juegan papeles muy importantes, particularmente en las regiones donde existieron grandes civilizaciones como la Azteca o Maya, en México, o como la Inca, en los países andinos", González CasanovaBolivia, Venezuela, Argentina,Ecuador, Uruguay y Brasil son países en los cuales las sociedades viven transformaciones, con diferentes matices, que dibujan una nueva alternativa en el concierto de las naciones del planeta donde imperan la ideología de libre mercado y la globalización económica desigual. La lucha anticapitalista comprende la lucha por la liberación de las naciones frente a la opresión del imperialismo; la lucha por la democracia, como una lucha fundamental en la toma de decisiones, en la cultura, la sociedad, política y economía. "Tendremos que decir que esto que señalamos como liberación y democracia se aproxima mucha a la idea de que los trabajadores y los pueblos decidan sobre el uso del producto y sobre los destinos de la sociedad y la economía y a eso también le podemos llamar socialismo.
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