domingo, 25 de noviembre de 2007

Ideología imperial expansionista ayer y hoy

Diego Ponce XOX

Es increíble saber cómo los países de Latinoamérica logran sobrevivir las terribles atrocidades y experimentos realizados por Norteamérica y los países poderosos del viejo continente, sobretodo al saber que existe este terrible proyecto en el cual consta reducir la población mundial al 50%.

Debemos considerar las actuales acciones del intervencionismo y las victorias de los movimientos revolucionarios en lucha por la liberación que se han hecho en los últimos años empezando por Cuba, continuando Venezuela, Bolivia, Chile, Brasil, y desde hace poco Ecuador. Estas luchas son lo que recoge el texto “imperialismo y liberación, una introducción a la historia contemporánea de América Latina” de Pablo Gonzáles Casanova.

El imperialismo es la práctica de dominación empleada por las naciones o pueblos poderosos para ampliar y mantener su control o influencia sobre naciones o pueblos más débiles; aunque algunos especialistas suelen utilizar este término de forma más específica para referirse únicamente a la expansión económica de los estados capitalistas, otros eruditos lo reservan para caracterizar la expansión de Europa que tuvo lugar después de 1870. Aunque las voces imperialismo y colonialismo tienen un significado similar y pueden aplicarse indistintamente en algunas ocasiones, conviene establecer ciertas diferencias entre ellas. El colonialismo, por lo general, implica un control político oficial que supone la anexión territorial y la pérdida de la soberanía del país colonizado. El imperialismo, sin embargo, tiene un sentido más amplio que remite al control o influencia ejercido sobre otra región, sea o no de forma oficial y directa, e independientemente de que afecte al terreno económico o político.

La síntesis de toda ideología de dominación imperial es el culto a "Lo Uno y único", en pérdida de lo diverso. No cabe en ella la dialéctica de la unidad en la diversidad.

“La historia contemporánea de América Latina abarca aproximada­mente de 1880 a nuestros días. Corresponde a un proceso de ascenso y crisis del imperialismo y del sistema capitalista mundial. En las antiguas potencias coloniales y en Estados Unidos se desarrolla un nuevo tipo de empresa conocido como el capital monopólico, que ejerce gran influencia en los aspectos del Estado y combina las anti­guas formas de expansión colonial con otras nuevas. Las conquistas de los pueblos más débiles y menos desarrollados se realizan con modernas técnicas militares; la imposición de gobernadores, nom­brados directamente por las metrópolis, se complementa con la sujeción de los pueblos a través de sus propias clases gobernantes [...] A esa historia se enfrenta otra hecha de luchas de resistencia y liberación, en que las masas pugnan por no ser sometidas ni explota­das, o por romper los lazos que las atan [...] El actor principal de la integración de América Latina al imperialismo fue Estados Unidos, en particular sus hombres de negocios, sus gobernantes, sus aventu­reros y piratas. El actor principal de la liberación fueron las masas de América Latina” (…1...)

Las ideologías imperiales e imperialistas, expansionistas, racistas-clasistas, etnistas y machistas, son parte indesligable del tronco común de las teorías unilineales del "atraso" y del "progreso" occidental. De allí la urgencia de construir con los pueblos, referentes teóricos y metodológicos de naturaleza multilineal e intercultural. Para enfrentar en definitiva una globalización unilineal y unilateral como aplanadora imperial sobre nuestros pueblos y culturas, naciones y continente.

Debemos luchar continuando con nuestras ideologías, luchar contra el imperialismo para poder hablar de lo que se podría conocer como libertad.

(…1…Imperialismo y liberación “Pablo González Casanova”).

No hay comentarios: