A lo largo de los años hemos construido la historia en base a los vencedores. Esta mirada permite denunciar el estado de irregularidad constante en que viven algunos. Para Benjamín, el pasado está vivo y el presente depende no solo de la historia que fue escrita, la de los triunfadores, los vencedores sino que aquellos llamados perdedores. Benjamín reprocha, critica que demos por hecho que sólo el pasado de los vencedores tiene futuro, pues sobre él se construyó nuestra sociedad actual.
Benjamín reúne sus expectativas en detener el progreso que, como una tormenta se lleva al ángel de la historia hacia el futuro sin que las ruinas del pasado sean libradas. Benjamín se muestra solidario con las víctimas que lucharon y abatieron, y está en manos de la colectividad el luchar por el pasado oprimido.
El pensar que propone Benjamín, diferente al socialdemócrata, al tradicional se sitúa hacia una construcción del tiempo, del pasado.
Con respecto al progreso, Benjamín lo relaciona con el fascismo, ya que ambos tienen en común que desprecian el costo humano y social que lleva consigo su realización. No está de acuerdo con ese progreso que menosprecia los costos de vidas humanas sobre el que se construye. El gran problema de la mentalidad progresista es no saber ubicar la sorpresa en el lugar preciso. Lo malo que tienes el progreso es el olvido. Para que podamos construir tenemos que mirar hacia delante.
viviana pacheco
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario