miércoles, 31 de octubre de 2007

Validar o no, es un acto autoritario.

Rommel David Echeverría Mantilla
3er semestre
"Vigencia de las Tesis de Walter Benjamín"

Creer que una única palabra -aunque sea la de un catedrático o en mí caso la de un estudiante universitario- pueda llegar a convertirse en exposición definitoria para validar o no una postura ideológica, que confirma en último caso una visión particular de la vida en si, me resulta un acto más que antipático, por lo que –particularmente- he de limitarme a presentar, los punto con los coincido no con parte de la IX Tesis de Walter Benjamín, recompilada por Bolívar Echeverría.

Coincido con la concepción de que el “progreso”, tal como nos ha llegado, no ha servido de mucho para el engrandecimiento del espíritu humano, ya que no ha estado al servicio de éste sino al del mercado, que en último caso no es sino una representación del caos interno que conlleva individualmente cada ser y que se potencializa en el colectivo, quizá, como un medio estéril de evasión. Sí, y aunque el texto no menciona al “mercado” como actor del progreso aberrante el que el mundo se enfrenta, creo que éste ha sido uno -por no decir el principal- de los titiriteros responsables del desenvolvimiento actual de las sociedades y del futuro trazado, para el cual nos hemos negado el reconocimiento del pasado, aunque este sea de vital importancia.

Por otra parte llegó a sorprenderme la concreción del planteamiento de W. Benjamín, bajo el cual se trata de interpretar la historia tras una lectura a la luz de los perdedores, lo que definitivamente nos daría mayor conocimiento para saber interpretar las situaciones y circunstancias de un mundo parcializado; sin embargo, no concuerdo con que esta luz sea la única a iluminarnos, porque de ser así, estaríamos destinados a caer en la condena que levantamos en el pasado, debido al olvido de una parte importante en la construcción del mundo histórico con acontecimientos que más allá de agradarnos, son reales y existieron. La historia debe ser iluminada bajo una única luz, la que debe cobijar tanto a la silenciada versión de los perdedores como aquella de la que ya hemos sido saturados, la de los ganadores.

Rommel David

¿por que las historia se cuenta de los vencedores y se ignora a los perdedores?

A lo largo de los años hemos construido la historia en base a los vencedores. Esta mirada permite denunciar el estado de irregularidad constante en que viven algunos. Para Benjamín, el pasado está vivo y el presente depende no solo de la historia que fue escrita, la de los triunfadores, los vencedores sino que aquellos llamados perdedores. Benjamín reprocha, critica que demos por hecho que sólo el pasado de los vencedores tiene futuro, pues sobre él se construyó nuestra sociedad actual.
Benjamín reúne sus expectativas en detener el progreso que, como una tormenta se lleva al ángel de la historia hacia el futuro sin que las ruinas del pasado sean libradas. Benjamín se muestra solidario con las víctimas que lucharon y abatieron, y está en manos de la colectividad el luchar por el pasado oprimido.
El pensar que propone Benjamín, diferente al socialdemócrata, al tradicional se sitúa hacia una construcción del tiempo, del pasado.
Con respecto al progreso, Benjamín lo relaciona con el fascismo, ya que ambos tienen en común que desprecian el costo humano y social que lleva consigo su realización. No está de acuerdo con ese progreso que menosprecia los costos de vidas humanas sobre el que se construye. El gran problema de la mentalidad progresista es no saber ubicar la sorpresa en el lugar preciso. Lo malo que tienes el progreso es el olvido. Para que podamos construir tenemos que mirar hacia delante.
viviana pacheco

martes, 30 de octubre de 2007

Vigencia de las Tesis de Walter Benjamín

Nombre: Christian Barzallo V.
Semestre: Tercero “C”


El pensamiento de Walter Benjamín, es indispensable para entender que la historia que nos han contado los “vencedores” no es más que una manipulación y en la cual está en juego los intereses de las élites y las clases dominantes. Walter Benjamín nos propone ver la historia desde los perdedores, ya que es ahí donde encontraremos la claridad que necesitamos para entender los procesos históricos en su verdadera magnitud y sobre todo para entender lo que ocurre en la actualidad. Entender las reflexiones de Benjamín, es entender que es lo que esta mal en este sistema que con su llamado al progreso que nos conduce hacia la extinción, y lo que es peor hacia el odio entre seres humanos. Mientras el capitalismo sea el modelo de la sociedad que se debe seguir, siempre va estar vigente su pensamiento.

“Un capitalismo de progreso devastador”

ALUMNO: Mauricio Chumbay Riera
SEMESTRE: Tercero “C”
FECHA: 29 de octubre del 2007

Una reflexión en torno a la vigencia de las tesis de “Walter Benjamín”.

El discurso del materialismo histórico, es valedero en nuestros día aunque todavía se tiene que encriptar su recurso para que la sociedad no se alarme con la idea de volver a repetir revoluciones que se dieron a los comienzos y mediados del siglo pasado y que marcaron una etapa de cambios que forzaron a replantear un capitalismo hegemónico que desvalorizó en el discurso mundial y en las élites dominantes muchas ideas marxistas que todavía son sostenibles y que se mantienen vigentes. La realidad del pueblo es una muy distinta a la que nos quisieron hacen creer, las tesis del capitalismo colapsan, hoy en día pueden estar en una profunda crisis. Las ideas de Benjamín prevalecen.

Viendo nuestra sociedad nos damos cuenta que históricamente se ha dado la resistencia, quizá no de una manera ideológica profunda pero en la escena su práctica ha reflejado conquistas, aunque las reivindicaciones sociales no han sido todo lo mejor que se merecen los individuos; también la historia contradice los puntos de vista ya que la mayor parte de veces, los acontecimientos sociales lo han escrito los vencedores y por lo tanto se escribe poco en lo que tiene que ver con los cambios que se han dado con las luchas sociales.

El ángel rebelde en el que se basa Walter Benjamin para hablarnos de sus tesis, quizá esté rondando nuestro país, vemos como van dando pasos forzados a un costado algunas supuestas eminencias del manejo político, algunos se sienten acorralados, están perseguidos, sienten sus pasos débiles ante un cambio progresivo de ideales sociales, las clases populares están alerta ya no comen cuentos, quieren la ruptura con el “continuum progreso”, el soplo del Dios de la legitimación política va haciendo nacer ateos sociales que luchan contra la creencia dogmática de una política a la que no volverán a adorar y cuyos lazos se irán destruyendo. Desde un mentiroso paraíso terrenal que viene del extranjero en forma de doctrina equivocada, hasta un cielo de ángeles verdes que marchitarán su color.

El progreso que como un foco interminable de luz que irradia luminosidad que el hombre no alcanza a entender adonde va, se va trasformando en la catástrofe de un capitalismo que no perdona al tiempo, el tiempo está a punto de explotar como el “ángel
que mira con los ojos espantados y de alas impotentes” como lo envuelve el viento del progreso. Se debe buscar sentidos e ideas críticas para poder cambiar nuestra realidad,
vemos la devastación que se van dando como consecuencias de la cada vez mayor despreocupación de los países industrializados que no plantean estrategias serias de cuidado del medio ambiente, la selva va muriendo en aras del cambio y el desarrollo mundial, el capitalismo como sistema mata lentamente, el orden mundial tiene que cambiar. Benjamín tiene razón al aseverar que “el viento del progreso es un viento de devastación”.

Sobre la vigencia de la IX teoría de Walter Benjamín(“el ángel de la historia”)


Cuando Benjamin compró en 1921 el “Angelus Novus de Paul Klee”, creyó hallar en este una novísima visión de la historia; y además tener la imagen perfecta para la critica al progreso la cual le dio amplitud en el pensamiento de la época.¿pero esta visión sigue aun vigente? Para Benjamin el cuadro debía rebautizársele como “el ángel de la historia”; ese ángel grotesco que no puede dirigir su mirada hacia el futuro, su rostro está inclinado hacia el pasado; el horror de lo acontecido no le permite ver lo porvenir. La mirada del ángel ve en el pasado algo así como una cadena moral y la historia como la justicia injustificada donde ese garabato de Klee con dientes enfurecidos y donde el futuro inevitable no deja de llorar aún cuando el viento del progreso ya le arrastra huracanado hacia el futuro una vez más.

"El ángel de la historia ha de tener ese aspecto. Tiene el rostro vuelto hacia el pasado. En lo que a nosotros nos parece como una cadena de acontecimientos, él ve una sola catástrofe, que incesantemente apila ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. Bien quisiera demorarse, despertar a los muertos y volver a juntar lo destrozado. Pero una tempestad sopla desde el Paraíso, que se ha enredado en sus alas y es tan fuerte que el ángel ya no puede plegarlas. Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al que vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas crece ante él hasta el cielo. Esta tempestad es lo que llamamos progreso." (BENJAMIN, Walter)
Y si esto es así el vencedor siempre será el mismo mientras queden en el olvido los crímenes cometidos en nombre del progreso, a favor del “mejor de los mundos posibles”La historia de los vencedores se ha encargado de justificar la violencia y legitimar las desigualdades; Eduardo Galeano desde su posición de historiador se hace eco de Benjamín al hablar de ver la historia desde la rica visión de los vencidos y la resistencia. ¿Cómo? Sólo la memoria colectiva es capaz de derrumbar el muro de lo que fuimos. ¿Por qué los vencedores han de escribir la historia, si basta con recordar las tumbas de la gloria en los campos, y no en los mausoleos de los tiranos?

La vigencia de esa duda acerca del progreso es ahora mas urgente- y valida- en el contexto actual, en nombre del progreso se da la reacción cobarde del perdón y el olvido, desde cosas como el apoliticismo hasta el problema ambiental.


La idea del progreso irracional y "civilizatorio" se ha presentado con el rostro de la acumulación de capital su justificacion es el desarrollo -desigual y discontinuo- de la economía mundial, esto se ve claro en teoria como la de la modernizacion y el fin de la historia.
Las ideasde Benjamin tienen y tendran vigencia mientras el capital -y el estado- existan
El nuevo el infierno esta pues dentro de la civilización. ya vimos esa barbarie con la colonizacion y la matanza del progreso (que pronto se "celebrara" el seis de diciembre)
la civilización que debemos enfrentar es entonces el consumismo, el capital y la desmemoria. los angeles por sus alas podran ser arrastrados por ese huracan, los hombres, los de a pie seguiremos en esa marcha contra el viento, siempre que tengamos bien puestos los pies en la tierra.

GALO ANDRÉS TOAPANTA P.
UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL
TRABAJO DE HISTORIA
Nombre: Roberto Peralta
Semestre: Tercero “C”
Fecha: 30 de Octubre del 2007

El primer texto de lectura, me ha aproximado a que; es importante primero, a mantener un esquema teórico, para el desarrollo de las ideas, y Benjamín, lo tiene claro. Con esto, me es apropiado pensar, que sí, que la historia se debe de ver como nos la propone Benjamín, en sus tesis, no debe ser para nada lineal la historia que queremos estudiar o saber, es importante ir más allá. Las vivencias, los actos, los sucesos en sí tras de ellos engloban un sin número de aspectos que se entre mezclan y no son presentados ante la historia o como parte de la historia. Las hazañas configuradas, por muchos hombres y mujeres que desbordan a través de sus luchas, cambios significativos.
Por ello de lo importante de las tesis de Benjamín, a través de estas en las que nos inculca a tener una idea del materialismo histórico, este puede llegar hacer el ente epistemológico que nos permita descubrir la historia desconocida.


Reflexiones Sobre América Latina A Partir de Walter Benjamín
Michael Löwy

Ante nada, debo reconocer lo importante que se va convirtiendo en mí este pequeño fragmento de pensamiento, a través del cual se ve reflejado la tendencia de Benjamín, acerca de nuestra historia Latinoamericana, este nos provee de instaurarnos una memoria colectiva que nos permita construir (narrar) una verdadera historia, una historia en la que no sean separadas las cosas que sirven de conveniencia y se les sea favorable a unos con las que verdaderamente son y que quizás no sirva, pero que es justa y considerada con quien de verdad hace la historia, historia que no las han ocultado. ¿De qué nos sirve esto? Pues no es más que de conocer un pasado, que se nos ha sido negado y en el que se expresa y se narra la lucha insaciable de nuestros aborígenes, por mantener su “cultura y sus costumbres” por vivir en pueblos donde si se viva cierta armonía, en donde no haya opresores ni oprimidos, y porque debemos ser lo que nuestra historia era, si esta cambio, contarla, narrarla tal cual se dio, no ocultar ni sobre poner cosas innecesarias, cosas que cambian nuestra cultura actual y nuestro forma de regresar a mirar a nuestros antepasados. Es importante porque nos ayuda a definir quienes son y como sufrieron para entregarnos un pueblo que maneja cierta libertad, y para evitar que esas mismas formas de colonización -no solo aquí, sino en toda Latinoamérica- se nos vuelva a plantear y ha imponer.

viernes, 26 de octubre de 2007

La "Década del desarrollo"

Al comenzar la década de los 60 todavía eran visibles en la sierra ecuatoriana las haciendas tradicionales, organizadas bajo relaciones agrícolas de trabajo precario (jornales ínfimos o ausencia de salarios). La costa, en cambio, más dinámica y emprendedora, seguía siendo la base de nuestro crecimiento agroexportador sustentado en el banano, que, sin embargo, progresivamente entró en crisis. En mucho, todavía pesaba la ruralidad del país, porque la mayoría de la población se ocupaba en la agricultura, exista un crecimiento urbano reducido a unas cuantas ciudades y porque la industria y la manufactura eran todavía incipientes, así como resultaba escasa la presencia de capitales extranjeros.